Recojo la mierda de Milo, mi perro, que esta en el patio y noto salpicaduras de sangre coagulada. Están tanto en la mierda como en el suelo y me estremezco pensando en lo horrible que debe ser.
Continúo lavando manchas de sangre y mierda y entonces recapacito. ¡Vamos! yo también he sangrado por el culo; me levanto del inodoro para revisar mi pestilente obra y noto que tiene algunas manchitas rojas. Aunque arde un poco, cuando te limpias, no es algo tan horroroso.
El otro día vi un video de un sujeto que se mete un frasco de mayonesa por el culo hasta que lo único que queda fuera de su ano es la tapa que sella el frasco.

En ese momento el frasco de mayonesa explota y el sujeto se tambalea, titubea, analiza su situación, mete su mano en su recto; sangre y vidrios caen lentamente al suelo pero el sujeto no se detiene.
Y yo en casa quejándome por unas manchitas.
Lo mío son los culos sangrantes.
-Chicho.
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