-Soy la Muerte.
-¿Venís por mi?
-He caminado por mucho tiempo a vuestro lado.
-Lo sé.
-¿Estáis preparado?
-Mi cuerpo lo está, pero yo no.
(La muerte extiende la mano y se acerca al caballero)
-¡Esperad un momento!
-Todos vosotros decís eso. Pero yo no doy prórroga.
-Jugáis ajedrez ¿cierto?
-¿Como sabéis?
-Oh, lo he visto en pinturas y canciones populares.
-Bueno, sí juego, de hecho soy un jugador bastante experimentado.
-No más que yo.
-¿Porque queréis jugar ajedrez conmigo?
-Eso es asunto mío.
-Cierto.
-Mientras no me derrotéis, seguiré vivo. Si gano, me dejaréis ir.
(Sortean las piezas)
-Os tocan las negras.
-¡Ah muy adecuado! ¿no creéis?
El Séptimo Sello.